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Qué es el corretaje
El corretaje es una figura que se remonta a la antigüedad y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
Mediante el corretaje, una persona o empresa actúa como intermediario para que otra persona o empresa pueda llevar a cabo operaciones comerciales de manera eficiente y fiable.
Por tanto, el corretaje es una intermediación de cara a intentar obtener la mejor transacción posible.
A cambio, el intermediario recibe una contraprestación de carácter económica, que puede ser una cantidad económica pactada previamente, una comisión fija o bien un porcentaje en función del éxito de la operación.
El intermediario puede recibir varios nombres, siendo los más comunes corredor, agente, facilitador.
Cuando queremos contar con los servicios de un corredor, lo primero que hay que hacer es firmar un contrato. Todo su contenido vincula a ambas partes y es de obligado cumplimiento, ya que de no cumplirse la otra parte puede interponer una demanda judicial. En el contrato ha de quedar bien reflejado la duración, la comisión, qué es lo que quiere el cliente y qué labor ha de llevar a cabo el corredor.
En nuestro país no tiene una regulación jurídica específica, de manera que se rige por el principio de libertad de contratación que se establece en nuestro ordenamiento jurídico y por la jurisprudencia.
Ejemplo de corretaje
Imaginemos que queremos vender una casa. Tenemos dos opciones:
1º Nos encargamos nosotros mismo: esta tarea nos va a suponer un trabajo y tiempo. Tendremos que publicar un anuncio en diferentes lugares (en páginas webs e incluso en lugares físicos). Además, también tendremos que atender las llamas telefónicas de personas interesas, resolver sus dudas, enseñar la casa, incluso negociar.
2º Acudimos a un corredor inmobiliario: primero visitará la casa, verá los metros cuadrados, en qué estado se encuentra, dónde está ubicada, antigüedad, vecindario, comunicación con trasportes públicos, valoración de la zona, etc.
A partir de ahí, nos dará una horquilla de precio ideal para la venta.
Acto seguido procederá a difundir el anuncio de la venta de la casa y para ello recurrirá a su red de contactos, a las redes sociales, a páginas webs, etc.
Cuando surge un potencial comprador, se encarga de organizar la visita para que vea la casa.
Una vez la hemos vendido, abonaremos al corredor la comisión que previamente teníamos pactada con él.
Tipos de corretaje
– Financiero: si queremos invertir en los mercados financieros podemos hacerlo mediante un corredor de Bolsa a cambio de una comisión. También nos puede brindar su asesoramiento y darnos consejos de cara a qué comprar o vender y cuándo.
– Inmobiliario: si queremos comprar o vender un inmueble, o bien alquilarlo, podemos hacerlo nosotros mismos, pero eso supone mucho tiempo, trabajo y dedicación. Una opción es acudir a un corredor inmobiliario, el cual se encargará de encontrarnos un comprador o un vendedor para la casa.
Nos irá informando de las diferentes ofertas que dispone y podremos elegir la que más nos interese. A cambio recibirá una comisión.
A esta figura se la conoce también como agente inmobiliario o comercial de inmuebles.
– Seguros: si pretendemos contratar un seguro de cualquier índole (vida, salud, coche, casa, etc) podemos indagar nosotros en el mercado o bien contratar los servicios de un corredor de seguros y de esta manera nos va buscando las mejores opciones.
Una vez elegimos una de ellas y la contratamos, le abonaremos la comisión correspondiente.
Ventajas del corretaje
– Menos tiempo y comodidad: el corredor nos va a ayudar mucho en el sentido de que nos evitará el trabajo y esfuerzo que supone encontrar comprador o vendedor, además de todo el tiempo que nos vamos a ahorrar en ese sentido. Esa es su labor y es un profesional, con lo que nos merecerá la pena.
– La agenda del corredor: un buen intermediario que acumule una dilatada experiencia, dispone de una red de contactos muy valiosa, lo que se traduce no solo en que podría ayudarte más rápido de lo que imaginas, sino que incluso sin sus contactos te podría resultar mucho más difícil.
– Asesoramiento: un buen corredor, no solo te puede aportar sus contactos, sino que gracias a sus conocimientos y su experiencia también te puede brindar un asesoramiento profesional el cual te vendrá muy bien a la hora de adoptar las decisiones finales.
Corretaje financiero o de acciones
Es en el sector financiero, concretamente en los mercados bursátiles, es donde la figura del corretaje adquiere mayor relevancia y esto es debido a la fuerte demanda existente. Gracias a las nuevas tecnología e internet, nunca ha sido tan fácil invertir, estando al alcance de cualquier persona y pudiéndose hacer de manera online, con lo que las comisiones con más competitivas.
Por ejemplo, si queremos invertir en Bolsa y creemos que es un buen momento para comprar acciones de una compañía, necesitamos un intermediario, en este caso un broker.
Lo que haremos será abrir una cuenta con un broker, en ella depositamos el dinero que queramos invertir y le decimos que queremos comprar x número de acciones de tal compañía a x precio.
El broker se encargará de llevar a cabo nuestra petición. Una vez adquiridas las acciones, nos lo comunicará.
A cambio, nos cobrará una comisión que será un porcentaje sobre el dinero invertido (por ejemplo un 0,10%).
Cuando queramos vender las acciones, el proceso es el mismo, le diremos cuántas acciones queremos vender y a qué precio. Una vez realizada la operación, nos informará de ello y nos cobrará la comisión de venta.
Por supuesto, tenemos que tener en cuenta que las comisiones de compra y las de venta harán que la rentabilidad que hayamos obtenido en la operación se vea reducida. Y no menos importante, si la operación sale mal y perdemos dinero, la comisión que habrá que abonarle es la misma, ya que es independiente del éxito final de la inversión que realicemos.
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