Vamos a ver el problema de fiarse de las subidas o bajadas del precio objetivo que los institucionales dan a los mercados.
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Los institucionales (bancos, hedge funds, agencias, etc) suelen calcular el precio objetivo de las acciones de una compañía y lo dicen públicamente, de esta manera dicen si el precio actual de las acciones de una empresa están por encima o por debajo del precio objetivo, para saber, entre otras cosas, si están esas acciones caras o baratas.
Pero ¿qué es el precio objetivo? Lo que en su opinión debería valer la acción de una empresa.
¿Y cómo se interpreta este dato? Si está muy por encima del precio significa que tendremos una recomendación de compra y que la acción es barata. En el caso contrario, en el que el precio objetivo se encuentre muy por debajo del precio, será una recomendación de venta, por lo tanto la acción sería cara.
¿Es una información fiable? No. Ten en cuenta que el precio objetivo se calcula y se obtiene del Análisis Fundamental (AF) de la compañía y, por lo tanto, es lo que debería valer la acción de esa empresa si se cumplen las premisas con las que se ha realizado el análisis.
Basta ver que sobre las acciones de una misma compañía podemos ver diferentes objetivos. Por ejemplo, supongamos unas acciones que cotizan hoy a 200 dólares. Unos institucionales estimarán que su precio objetivo es 230 dólares y otros que es 200 dólares. Evidentemente uno de ellos se está equivocando y mucho. ¿Cuál? Ese es el problema.
Así pues, es un dato más, una referencia más, pero jamás se puede ni se debe de invertir basándonos única y exclusivamente en el precio objetivo que veamos que se le da a las acciones de una empresa.
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