Vas a saber qué es y por qué la Reserva Federal considera el indicador de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan importante y lo sigue bastante.
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La confianza de la Universidad de Michigan es una encuesta que tiene su origen en 1942 y es un indicador que da pistas sobre las expectativas del consumidor. Fue creado por el psicólogo George Katona. Quería saber cómo se sentían los consumidores con respecto a la economía, en lugar de hacer preguntas sobre la evolución de sus ingresos (como se hacía antes).
El índice final se calcula con los resultados de cinco preguntas, ponderados por igual que se hacen a 500 personas a las que se les pregunta por su situación financiera actual, condiciones de negocios y previsiones futuras de compras y de gastos.
El indicador es una cifra numérica que se mueve entre 55 y 85.
Se publica dos viernes al mes (al final de cada quincena) a las 15:55 hora española.
A las Bolsas y al dólar les interesa que el dato supere las previsiones al alza.
Al tratarse de un indicador que refleja la confianza de los consumidores, puede impulsar el gasto y el crecimiento económico. Por otro lado, si los consumidores se sienten desanimados, pueden tender a ahorrar en lugar de gastar, especialmente si creen que las malas condiciones económicas acabarán afectando a sus finanzas personales. Por eso, incluso la Reserva Federal lo considera un indicador importante.
La confianza del consumidor empezó a caer en el verano de 2021, cuando los precios de la gasolina empezaron a subir. Por supuesto, hubo otras cosas que sucedieron, como la propagación de la variante Covid Delta. Pero el precio medio de la gasolina en todo el país superó la marca de los 3 dólares por galón en mayo de 2021 y siguió subiendo de forma constante durante el resto de 2021. Mientras tanto, la confianza de los consumidores disminuía, a pesar de que el Covid pasaba a un segundo plano y de que los datos económicos eran mejores.
Luego, a finales de febrero de 2022, la invasión de Ucrania por parte de Rusia hizo que los mercados de materias primas se volvieran locos y el aumento de los precios del petróleo a nivel mundial hizo que los precios del gas volaran al alza.
Hubo un cierto alivio en marzo-abril, pero los problemas de capacidad de refinado en EE.UU llevaron los precios del gas más arriba aun. Esto supuso un aumento del 63% en un año. No es de extrañar que el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan alcanzara un mínimo histórico de 50 en junio, más bajo que durante el punto álgido de la pandemia en marzo de 2020 (un mínimo de 72,3) o las profundidades de la crisis financiera en 2008 (55,3).
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