Veremos qué es la filosofía o forma de inversión value (valor), cómo se hace, reglas, consejos, sectores. Y sabremos la diferencia con la inversión growth (crecimiento).

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La filosofía de inversión de Warren Buffett se denomina «value» (valor). Esta manera de invertir se basa principalmente en comprar acciones que están infravaloradas en base a sus fundamentales y esperar a que el mercado con el tiempo las sitúe donde realmente tienen que estar por su valor a medio y largo plazo.

Por tanto, esta filosofía valor analizar en profundidad las compañías, para saber cuál es su valor intrínseco y comprobar si coincide con su precio de mercado y así saber si cotiza con descuento y tiene margen de revalorización importante.

Como cabría esperar, la inversión value no tiene nada en cuenta el timming del mercado, y lo que persigue es aprovechar aquellas situaciones especiales en las cuales no reina la razón en los mercados para comprar compañías cuando nadie lo hace y esperar a que el tiempo coloque su cotización donde realmente debe de estar.

Los sectores de valor suelen ser el eléctrico, el de concesiones, el de autopistas y el de alimentación y se caracterizan por un pay out mínimo del 40% (porcentaje de los beneficios que destina una empresa a repartirlo a sus accionistas vía dividendo).

Frente a la filosofía valor (value), existe también la filosofía crecimiento (growth). Se basa en invertir en acciones de empresas que están en fase de crecimiento y que se espera que más adelante lo hagan de manera intensa. Un ejemplo es el sector de la tecnología. Se caracteriza también por ser compañías que no suelen repartir dividendo, ya que reinvierten los beneficios en el propio negocio.

Para aplicar su filosofía correctamente, Buffett se asienta en elementos fundamentales tales como la paciencia, la discreción y la austeridad.

Pero su filosofía de inversión consta de una serie de principios sagrados para él:

1º Invierte solo en aquello que puedes entender y que conoces. Adentrarse en lo desconocido no suele terminar bien.

2º Invierte a largo plazo. Solo de esta manera evitarás el ruido del corto plazo y podrás ver el horizonte del bosque sin que los árboles te lo impidan.

3º Invierte en compañías cuyos gestores sean honestos, sinceros y responsables, a la vez que no se endeuden mucho.

4º Invierte en compañías cuyo precio de cotización no refleje el verdadero valor, es decir, que estén baratas e infravaloradas.

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