Vamos a saber cosas interesante sobre la inflación y las repercusiones que tiene en todos los ámbitos. Un tema que siempre viene muy bien conocer.

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Qué es el IPC

El IPC (índice de precios al consumo) mide el cambio producido en el nivel de precios de una cesta fija de bienes y servicios que son comprados por los consumidores. Su origen se remonta al año 1984.

La mejor forma de seguir la inflación es viendo la evolución del precio o coste que tiene adquirir un conjunto amplio y variado de bienes, lo que se denomina cesta de bienes y servicios. La más tradicional es precisamente el IPC.

Por tanto, es un indicador económico que mide la variación de los precios de una cesta de productos y servicios, en un momento y lugar concreto y muestra las diversas variaciones en el coste de vida de las personas.

Cuando se publica el dato tenemos el de inflación y el de inflación subyacente, siendo éste último la clave, puesto que mide la evolución de los precios en un periodo de tiempo concreto excluyendo la energía y los alimentos frescos, de manera que reduce la volatilidad y no se ve tan afectado por factores estacionales.

Cuándo se actualiza el IPC

El Instituto Nacional de Estadística actualiza el dato de IPC todos los meses. Lo que se hace es que en la recta final del mes previo se conoce el dato adelantado y luego se publica el dato final y oficial, generalmente a mediados de mes, concretamente a las 14:30 hora española.

En condiciones normales el dato previo y el dato final suelen coincidir, pero no siempre es así.

Clases de IPC

Los principales tipos de IPC son los siguientes:

– IPC armonizado (IPCA): todos los países miembros de la Unión Europea lo calculan de la misma manera y teniendo en cuenta los mismos datos. Las indicaciones y reglas vienen dadas por el Banco Central Europeo. De esta manera se busca que las comparaciones del IPC entre los estados miembros de la UE sea un fiel reflejo de la realidad.

– IPC subyacente: no tiene en cuenta los precios de los productos energéticos y de alimentación no elaborados. Esto es así porque son los que más variaciones de precio sufren y el objetivo es tener un resultado más estable del comportamiento de los precios.

Atendiendo al periodo temporal, tendríamos la siguiente clasificación:

– IPC mensual: el dato calculado cada mes.

– IPC adelantado: la estimación realizada a final de mes.

– IPC anual: El que ha habido en un año natural.

– IPC interanual: el de los últimos 12 meses (por ejemplo, de agosto de 2021 a agosto de 2022).

– IPC medio: la media de la subida durante un período concreto (por ejemplo, la media anual sería la suma de los IPC mensuales, dividida entre doce).

Cómo se calcula el IPC

Todo gira en torno a una cesta de la compra de un consumidor medio, que se divide en categorías de productos, con diferentes proporciones en función del consumo habitual de un país en concreto.

En primer lugar se recopila información de 462 artículos diferentes y se recogen precios de hasta 29.000 establecimientos a lo largo y ancho de 177 municipios de todo el país.

La obtención de estos datos se puede llevar a cabo bien de manera física yendo a cada establecimiento o bien vía telemática por teléfono o correo electrónico.

Para calcularlo del IPC se requieren dos variantes: la cesta de la compra del año en cuestión y los datos del año base.

Añadir que a la hora de llevar a cabo el cálculo, no todos los bienes tienen la misma importancia. Por ejemplo: no son tan relevantes los productos que se compran de forma espontánea que los productos de primera necesidad.

La fórmula del IPC lo que hace es multiplicar los precios del período actual por las cantidades base, y divide ese resultado por los precios antiguos multiplicados también por las cantidades base , expresado en tanto por 100.

Repercusiones del IPC

Una de las consecuencias más notables es que los productos van a ser más caros, es decir, vamos a poder comprar menos cosas con el mismo dinero que antes. Por tanto, nuestro dinero vale menos y tenemos menor poder adquisitivo.

Ejemplo: un IPC del 10% implica que el coste de la vida en general ha subido un 10% (los precios), de manera que ahora sería como tener un 10% menos de dinero.

Se entiende que el 10% es una media, es decir, no todo sube un 10%, unos productos subirán más de un 10% y otros menos, pero la media es el 10%.

Otro efecto, derivado del anterior, es que el consumo del país se ralentiza. Esto es debido a que al reducirse el poder adquisitivo de los ciudadanos, tienden a gastar menos y ahorrar más, por lo que las empresas ven cómo sus beneficios se reducen y ello se traduce en un incremento del desempleo.

Para combatir un elevado IPC los bancos centrales suben los tipos de interés. Este hecho tiene como consecuencia que las Bolsas caen y que las hipotecas y los préstamos bancarios se encarecen.

Respecto a los sueldos y las pensiones, salvo que el incremento del IPC sea pequeño y asumible, los Gobiernos no pueden asumir actualizar nóminas y pensiones al IPC, ya que les supone un gasto excesivo.

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