Vamos a ver cómo se podría invertir en los mercados con un poco menos de riesgo que si invertimos en Bolsa y en bonos, pero obteniendo mayor rentabilidad que las cuentas ahorro, Y ahí entran en escena los CDs o certificados de depósitos.

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Qué hecho hace caer siempre a los bonos

Los inversores que no desean asumir determinados riesgos, prefieren optar por acudir al mercado de bonos en vez de a la Bolsa.

Pero los mercados de renta fija tampoco son inmunes a las pérdidas. Buena prueba de ello es que en el 2022 no solo están en rojo sino que se dirigen para ser uno de los peores años de la historia.

Si miramos los últimos 45 años tenemos que los peores años fueron 1994 (-2,9%), 1999 (-0,8%), 2013 (-2%) y 2021 (-1,5%). Pues 2022 va a batir todos los registros, puesto que los bonos de EE.UU acumulan una caída de dos dígitos.

Llegado a este punto, seguramente muchos inversores se hagan la pregunta clave: ¿A qué se debe que caigan los bonos?

Antes de responder a esta cuestión, conviene tener muy claro que si el precio del bono cae su rentabilidad sube y viceversa, si el precio del bono sube su rentabilidad cae.

Dicho esto, la caída este año de los bonos obedece básicamente a una razón: las fuertes subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos que a su vez origina que el precio de los bonos caiga.

Esto tiene toda la lógica del mundo y con un sencillo ejemplo se comprenderá mucho mejor:

Vamos a imaginar que un inversor adquiere un bono USA a 10 años que tiene un interés anual del +2,5% y cuyo precio son 120.

Acto seguido. La Reserva Federal decide subir las tasas de interés. Este hecho tiene una consecuencia directa: bonos que sean similares al que adquirió el inversor del ejemplo van a brindar una mejor rentabilidad, por ejemplo un +3,5%.

El problema de todo esto surge cuando el inversor decide vender su bono, más que nada porque no le resultará en absoluto sencillo poder encontrar a otros inversores que se lo quieran comprar, ya que en el mercado podrá adquirir bonos similares pero con una rentabilidad del +3,5% y no del +2,5%.

Podemos afirmar una relación entre la duración de los bonos y el impacto que en éstos tienen los tipos de interés:

* A mayor duración de un bono mayor ventaja sacará si las tasas se reducen.

* A mayor duración de un bono más problemas tendrá si las tasas se incrementan.

Así pues, en 2022, tras las fuertes subidas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, los bonos de mayor duración sufren más.

Los certificados de depósito (CD) como alternativa

En el actual escenario, muchos inversores buscan alguna inversión que pueda brindar una rentabilidad pareja a los bonos pero con un menor riesgo de pérdidas.

Y es aquí cuando entran en escena los certificados de depósito (CD).

Un certificado de depósito es un tipo de cuenta de ahorro que está asegurada por el Gobierno.

Ofrecen a su titular un interés fijo y un vencimiento para sacar el capital invertido sin penalización alguna.

Por tanto, es un tipo de inversión garantizada, sin riesgo alguno, que ofrece un tipo de interés más elevado que el de una cuenta ahorro pero con menor potencial si lo comparamos con la inversión en Bolsa o en bonos. Aquí entra en juego la regla de que a menor riesgo menor potencial de ganancia.

Son líquidos, el inversor puede retirar su capital cuando quiera, pero si lo hace antes de la fecha de vencimiento tendrá una penalización que suele ser tres meses de intereses. Así pues, es preferible mantener la inversión hasta su vencimiento, salvo urgencia.

Además, los CD tienen un seguro de la FDIC de hasta 250.000 dólares por cuenta y por titular.

El inversor interesado en un CD deberá de estar dispuesto a realizar un ejercicio de investigación para, en primer lugar, localizar qué entidades lo ofrecen, y en segundo lugar, que rentabilidad ofrecen y el plazo de vencimiento.

Una vez ha vencido un CD, en la mayoría de los casos existe la posibilidad de renovación automática manteniendo la misma rentabilidad y el mismo plazo de vencimiento. En el caso de no querer repetir la inversión, el titular puede retirar su capital.

Una de las ventajas que ofrecen los CDs, por ejemplo en un escenario como el actual con intensas subidas de tipos de interés es que el dinero invertido no sufrirá, al contrario que sucedería si tenemos bonos o un fondo de bonos.

Otra ventaja es que no se suele tener que abonar comisiones por abrir un CD ni tampoco por mantenerlo (y en el caso de que alguna entidad sí tenga comisiones por esos conceptos, siempre tienden a ser muy reducidas).

En resumen, los CDs son un tipo más de inversión que ofrece una serie de ventajas y que es apto siempre que asumemos que recibiremos una rentabilidad asegurada pero baja y que hasta llegada la fecha de vencimiento es mejor no retirar nuestro dinero.

Tipos de CDs

Existe una amplia clasificación de certificados de depósitos. A continuación veremos los más habituales y qué es lo que caracteriza a cada uno.

– CDs líquidos: otorgan a su titular retirar su capital antes de la fecha de vencimiento sin tener que abonar ninguna penalización por ello.

– CDs variables: las entidades brindan a los inversores una rentabilidad anual que no es fija y que tiende a ir incrementándose poco a poco.

– CDs de brokers: son aquellos certificados que no son vendidos por una entidad bancaria, sino por un broker o agencia de corretaje.

– CDs high-yield : estos certificados otorgan una mayor rentabilidad a los inversores que los tradicionales.

– CD jumbo: por un lado dan a sus titulares unas rentabilidades mayores de las habituales, pero a cambio exigen un depósito mínimo de capital que en ningún caso sería inferior a los 100.000 dólares.

– CD de jubilación: estos certificados se mantienen en cuentas de jubilación individuales.

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