Veremos qué es una IPO, por qué se hace, cuál es su mecánica, los requisitos y las ventajas e inconvenientes que presenta.

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Una Oferta Pública Inicial (IPO), del inglés Initial Public Offering u Oferta Pública de Venta (OPV), representa la incorporación de una empresa al mercado de valores al emitir sus primeras acciones para atraer capital público,

Por lo general una empresa emite acciones para colocarlas en el mercado de valores para obtener capital. Los inversores al comprar las acciones aportan dicho capital dinero, y a cambio acceden a una cuota o parte de la empresa, que dependerá de la cantidad de acciones que compren.

Para salir al mercado, la empresa debe contratar a una banca de inversión que deberá analizar el escenario y la compañía.

En una primera fase el banco de inversión prepara todo el material de marketing para comercializar las acciones.

En una segunda fase el banco de inversión busca captar suscriptores

Con una IPO no hay cambio en el capital social de la empresa, solo cambia de manos todo o parte de él.

Requisitos

No todas las empresas pueden ser admitidas a cotización en un mercado de valores. Para conseguirlo deben cumplir ciertos requisitos previos:

  • Al menos el 25% de las acciones solicitadas para cotizar tienen que estar asignadas al público.
  • Uno o más accionistas significativos desean vender un paquete de acciones.
  • Tener la forma jurídica de sociedad anónima (el capital de este tipo de empresas está divido en acciones)
  • Tener un capital social mínimo de 1.202.025 euros.

Mecánica

Para poder llevar a cabo una OPV o IPO es necesario comunicárselo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores para garantizar la seguridad jurídica de la operación, aportar y registrar todos los documentos necesarios para la oferta (según dicta la legislación vigente), presentar y registrar una auditoria de cuentas de los últimos tres ejercicios; así como la presentación y registro de un folleto informativo de la oferta.

En la operación intervienen varios agentes: asesores legales encargados de elaborar la documentación necesaria y requerida por la CNMV y la propia Bolsa de Valores; auditores; consultores de comunicación (para informar al público objetivo de la oferta); un agente encargado de gestionar las solicitudes de compra y liquidación de la misma; sin olvidarnos de las entidades colocadoras y aseguradoras de la operación. Todo ello dirigido por un coordinador global (suele ser una entidad financiera o una agencia de valores).

Ventajas:

– Es un medio de financiación para captar capital la empresa.

– Es más fácil que se le conceda préstamos y créditos, ya que al cotizar en Bolsa está obligada a publicar sus cuentas y números, con lo que su situación económica es transparente.

– Cotizar en Bolsa da más prestigio a la marca y a la empresa, con lo que le es más fácil vender sus productos y servicios.

– Ofrece una valoración más objetiva de la empresa.

Por consiguiente, la salida a bolsa de una empresa es una decisión estratégica de gran relevancia. Supongamos que creamos una empresa, la cual resulta próspera, aunque sus beneficios no son suficientes para permitir expandirnos todo lo que deseamos. En este momento, decidimos (junto con nuestros socios empresariales) vender todas o una parte de las participaciones (en forma de acciones) al público en general. Ofrecemos nuestro paquete de acciones a un precio determinado y durante un período de tiempo establecido y todo este procedimiento se encuentra regulado.

Desventajas

– Los gastos económicos son mayores al ser ahora una empresa cotizada.

– Al cotizar en el mercado, existe la obligación de informar datos que quizás sin la obligación a la empresa no le interesaría publicar.

– Al cotiza, cualquier cosa negativa de la empresa quedará reflejado en la cotización de las acciones, en este caso cayendo en Bolsa.

– Al entrar nuevos accionistas, los dueños originales de la empresa pierden parte del control de la misma.

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