Los dividendos suelen representar un tercio de la rentabilidad a largo plazo del S&P 500. Y los altos dividendos ofrecen una sensación de seguridad en un mercado bajista.
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Pero por ejemplo, en el primer semestre del 2022 algunas de las compañías que ofrecen una rentabilidad por dividendo mayor del 3,5% y que iban bien en el año, en junio se desplomaron.
La lección para grabarse a fuego: una compañía que ofrezca una interesante rentabilidad por dividendo evidentemente es atractiva para comprar acciones, pero que reparta dividendo o que éste sea elevado no significa nada respecto a que las acciones de la compañía tengan que tener un buen comportamiento en Bolsa, pueden subir o bajar como cualquier otra.
Por tanto, nunca se debe de comprar acciones de una compañía solo en base al hecho de que reparte un buen dividendo.
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