Vamos a ver qué es el metaverso, cómo funciona, qué ventajas e inconvenientes presenta, su utilidad y una serie de ejemplos prácticos.
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Ya escribí un artículo (el 3 de mayo) explicando cómo invertir en el metaverso, ahora lo vamos a complementar sabiendo todo lo necesario sobre este sector.
Qué es el Metaverso
El término metaverso se utilizó en 1992 en una novela de Neal Stephenson, “Snow Crash”, en la cual se describe un espacio virtual que converge con lo físico t donde internet había evolucionado hacia un mundo virtual llamado metaverso.
Hasta hace relativamente poco tiempo, el concepto metaverso se asociaba al futuro, a algo en lo que se estaba trabajando hoy de cara al mañana. Pero los tiempos y los plazos se han ido acortando de manera acelerada y nos encontramos que el metaverso es ya una realidad, aunque en el futuro, a 3-4 años vista será cuando tenga toda su explosión.
Imaginemos que hubiéramos vivido cuando se inventó el teléfono (no el móvil), o la televisión, o el coche. Más recientemente, cuando se inventó internet. Pues estamos ante un hecho que el día de mañana, mirando hacia tras, será histórico porque cambiará nuestra forma de vida, tanto en lo personal o social como en lo laboral.
El metaverso es la nueva manera de visualizar e interactuar en internet. Es la evolución de internet con entornos virtuales donde las personas conectadas podrán interactuar. Un universo paralelo en el que comunidades virtuales coexisten, integradas por avatares, quienes realizan actividades como las del mundo físico.
El metaverso podríamos asociarlo a un mundo virtual en el que una persona si quiere puede conectarte mediante una serie de dispositivos muy concretos y diseñados para ello.
La experiencia en esa realidad virtual será muy real, tan real como si estuviésemos en otro mundo alternativo, un mundo en el que cada persona podrá hacer todo lo que quiera, desde escoger la apariencia física que queramos tener, a qué nos dedicamos profesionalmente, el tipo de vida que queremos llevar, el nombre, la edad, etc, etc.
Pero también podremos viajar a donde queramos, siendo la experiencia casi tan real como si lo hubiésemos hecho.
Y hay más, podremos también adquirir propiedades inmuebles, obras de arte y cuanto se nos ocurra.
El abanico de posibilidades y cosas que podremos hacer es tan grande que sería imposible poder comentarlo, por no decir que se podrán hacer muchas cosas que seguro que en este preciso momento a nadie se le pasa por la cabeza.
Y fue Facebook quien en octubre del 2011 dio un paso en su estrategia operativa de negocio y cambió su nombre por Meta Platforms en una clara intención de dejar claro en qué sector quería moverse.
Cómo funciona el Metaverso
Si con Internet podemos interactuar a través de la pantalla del ordenador, teléfono móvil o tablet, con el metaverso el límite de esa pantalla desaparece, ofreciendo una experiencia inmersiva, como si estuviéramos dentro de un videojuego y nos moviéramos por medio de un avatar que nos representa, y que es capaz de tocar y mover objetos, de relacionarse con otras personas y de influir en el entorno.
Digamos que la clave del metaverso está en lo que podemos hacer dentro de él, gracias a la web 3.0 (o web3), como se conoce a la tercera generación de Internet.
El Metaverso se basa en las últimas tecnologías de realidad virtual y de esta forma los usuarios podrán habitar acceder a espacios virtuales mediante dispositivos que tengan esa tecnología.
Simplemente utilizando unos auriculares especializados u otros dispositivos de realidad virtual podremos acceder al metaverso con nuestro avatar, el cual será personalizado por nosotros mismos y no habrá otro igual. Por ejemplo, Meta ya lanzó al mercado el Meta Quest 2 de realidad virtual.
Por tanto, al utilizar esos dispositivos especiales como cascos y gafas el campo de visión se inunda de imágenes digitales inmersivas. Más adelante irán apareciendo más dispositivos, como por ejemplo guantes y sensores por el cuerpo del usuario para que el movimiento en ese espacio alternativo sea lo más parecido posible al de nuestro yo real.
Incluso también veremos que los dispositivos que usemos podrán interpretar nuestras expresiones faciales para que nuestro avatar en el metaverso pueda recrearnos, y que así el resto de personas con las que estemos interactuando puedan entender cómo nos sentimos.
Y no solo se basa el metaverso en la realidad virtual, también está el otro elemento de la ecuación: la realidad aumentada que añadirá nuevos elementos visuales.
Entre las principales ventajas podemos enumerar las siguientes:
-Elimina las barreras geográficas uniendo a las personas con tan solo conectarse a la red. Se pueden crear espacios análogos a los físicos, pero sin obstáculos, por lo que podrán ampliarse las oportunidades académicas, laborales o sociales.
– Abre nuevas oportunidades de negocio y nuevas profesiones.
Entre sus inconvenientes estarían los siguientes:
– La seguridad de datos en internet será la clave de todo, ya que los usuarios compartirán muchas cosas.
– El riesgo del abandono del mundo físico será otra cuestión delicada, ya que muchas personas se aislarán y pasarán más tiempo en su otra vida virtual, y ello puede acarrear problemas psicológicos y emocionales, disociación de la realidad, etc.
Metaverso: Ejemplos
Las posibilidades son casi infinitas y muchas de ellas no podemos ni siquiera imaginarlas hoy en día.
Actualmente es una idea, un cuadro en blanco que tiene todas las posibilidades del mundo pero que dependerá finalmente de la voluntad de los creadores.
Algunos ejemplos serían:
– Permite a los usuarios ingresar a salas de reuniones virtuales para interactuar con otros compañeros.
– Podremos retroceder en el tiempo y asistir a eventos históricos y vivirlos en primera persona. En efecto, imaginemos que queremos asistir a un concierto de los Beatles, de Frank Sinatra, o bien queremos asistir a un evento deportivo, como el primer Roland Garros de Rafa Nadal, una final de Copa de Europa de hace años, a los Juegos Olímpicos del pasado, etc.
– Nos permitirá asistir de manera virtual a centros de trabajo o de formación en el mundo, eliminando las barreras geográficas.
– Se puede jugar a videojuegos mucho más reales.
– Se podrá también hacer terapia o deporte colectivo.
– Podremos comprar cosas y montar negocios que sólo existan en ese nuevo mundo.
– Nos permitirá interactuar con personas que están físicamente lejos de una manera más realista, mirándonos a nuestros ojos virtuales y a nuestras gesticulaciones reproducidas por los sensores del casco de realidad virtual que llevemos.
– Probarte ropa sin tener que ir a la tienda, desde tu casa.
– Incluso, aunque suene extraño, creará puestos de trabajo, por ejemplo dependiente de una tienda virtual dentro del metaverso.
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