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Qué significa inflación
La inflación es la subida generalizada de los precios de los bienes y los servicios que consume la sociedad a lo largo de un periodo de tiempo determinado.
Este incremento de los precios guarda una estrecha relación con la actividad económica del país.
La inflación es un ratio económico sumamente importante por dos razones:
1º Por la incidencia directa en la vida diaria de las personas, ya que implica una disminución del valor del dinero, puesto que se necesitará más dinero para comprar los mismos productos que antes.
2º Porque influye directamente en la política económica que tiene que adoptar el Gobierno de un país.
3º Repercute en las decisiones de los Bancos Centrales, por ejemplo subiendo o bajando los tipos de interés.
Qué es la inflación subyacente
La inflación subyacente mide la variación de los precios de los bienes y los servicios de un país en un tiempo determinado, pero para su cálculo no se tiene en cuenta ni el precio de la energía ni el precio de los alimentos no elaborados.
Precisamente por eliminar de su cálculo esas dos variables que son excesivamente volátiles, la inflación subyacente refleja de una manera más precisa la verdadera inflación.
Es por ello que los Bancos Centrales le otorgan una mayor importancia de cara a fijar sus políticas económicas y decidir qué hacer con los tipos de interés (subirlos, mantenerlos o reducirlos).
Cómo se calcula la inflación
La inflación en la zona euro, y por tanto en España, se calcula de la misma forma. Existen diversos métodos.
Los dos principales a partir de los cuales se obtiene la inflación son:
– IPC (Índice de Precios al Consumo): se utiliza para medir la evolución de los precios de los bienes y servicios que consumen las familias y de esta manera poder comprobar el incremento del coste de la vida. Concretamente se confecciona observando una cesta de la compra que sea estándar o muy habitual entre los hogares y que está formada por más de 900 productos de toda índole (alimentos, bebidas, ropa, calzado, hostelería, transporte, ocio, medicinas, etc). De ello se encarga el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así pues, con el IPC se puede ver fácilmente el incremento de los precios y calcular la inflación.
En todos los países se calcula igual, aunque es cierto que los gustos y hábitos de las personas varía, de manera que cada país decide cuáles son los productos más utilizados por los hogares y esos serán los que incluyan en la cesta tipo.
– IPP (Índice de Precios al Productor): sirve para poder calibrar la variación de los precios de los bienes producidos por los productores de un país. De esta manera se puede observar si los bienes que se elaboran están al alza o a la baja. En nuestro país lo confecciona el INE.
¿Cuál es la principal diferencia entre estos dos métodos? Pues el IPP nos da información sobre la variación de los precios de bienes antes de que se comercialicen, mientras el IPC informa de variación de precios de productos que forman parte de una cesta habitual en los hogares del país.
Tipos de inflación
Existen diferentes tipos de inflación como son:
* Moderada: los precios de los bienes y los servicios en un país suben pero lentamente, sin sobresaltos y sin incrementos significativos. Es la situación ideal. En este contexto los salarios tienen a subir manteniendo una cierta proporcionalidad con el aumento de los precios. Por regla general se considera que es moderada mientras sea inferior a los dos dígitos.
* Acelerada: los precios suben por encima de la barrera del 10%. En este grupo entraría una inflación de dos y de hasta tres dígitos. La principal consecuencia es una pérdida del valor del dinero importante y surgen repercusiones negativas para la economía del país.
* Hiperinflación: la subida de los precios es muy fuerte. Las personas ven cómo su dinero no vale casi nada y su poder de compra prácticamente es simbólico. La economía del país entra en una crisis bastante intensa. Hablamos de una inflación al menos del 1.000%.
Qué inflación es la ideal en la zona euro
Para saber qué inflación es la ideal, es necesario conocer bien la estructura y peculiaridades de la economía de cada país.
En el caso de la zona euro, el Banco Central Europeo tiene un objetivo casi sagrado: mantener la estabilidad de los precios en el medio plazo.
Traducido, quiere decir que su objetivo es mantener la inflación alrededor del 2%. Todo lo que suponga alejarse de esta meta, bien por arriba o bien por abajo, implicará la respuesta inmediata del BCE adoptando las medidas que correspondan en cada caso.
Causas de la inflación
Entre las principales podemos enumerar:
1) El encarecimiento de las materias primas, sobre todo del petróleo, es una de las principales causas de que la inflación aumente con intensidad.
2) Factores externos, como desastres naturales, conflictos geopolíticos, guerras, etc.
3) Por la demanda (no hay suficiente producción para cubrir toda la demanda): asistimos a un aumento de la demanda de bienes y la oferta no lo puede compensar. Sucede cuando la sociedad quiere adquirir una gran cantidad de un producto, una cantidad mayor de la que la empresa puede producir, de manera que los precios suben. Por ejemplo, debido a las condiciones climatológicas, la cosecha de una fruta o verdura ha sido muy mala, pero la demanda sigue siendo elevada. Al haber menos cantidad que ofrecer, los precios suben.
4) Por los costes (no se puede seguir produciendo al mismo precio): debido al incremento de los costes de producción (por ejemplo porque las materias primas se han encarecido), la empresa se ve obligada a subir los precios del producto que vende, ya que para su elaboración ha tenido que hacer frente a mayores gastos de lo habitual.
5) Por una política fiscal expansiva: si un Gobierno aplica una política fiscal expansiva quiere decir que quiere incrementar la cantidad de dinero en circulación en la economía. Debido a ello, el aumento de la demanda por parte de los ciudadanos es mayor que la capacidad de las empresas de producir los bienes, con lo que los precios suben.
Consecuencias de la inflación
– Una inflación más elevada de lo deseable implica una excesiva subida del precio de bienes y servicios. Esto se traduce en una pérdida del poder adquisitivo, tu dinero vale menos que antes. Es decir, una inflación elevada implica que mañana podrás adquirir menos bienes que hoy con la misma suma de dinero.
Es lógico, si tú sigues teniendo la misma cantidad de dinero y los bienes han subido de precio, tu capacidad de compra se habrá reducido. Salvo que tus ingresos suban en la misma proporción (por ejemplo que las nóminas y salarios se incrementen acorde a la inflación), la vida será más cara y tendrás mayores limitaciones de compra.
– Ahorrar dinero se vuelve más complicado. Sobre todo si hablamos de ahorro dinerario, es decir, guardar dinero en tu casa, en la cuenta del banco, en depósitos bancarios.
Guardar dinero en tu casa sencillamente no te genera intereses. En la cuenta del banco o en depósitos la rentabilidad será menor que la inflación. En todos esos casos pierdes poder adquisitivo.
La única vía de ahorro se limita a invertir en inmuebles o en Bolsa. En el primer caso la rentabilidad suele ser mayor que la inflación, pero a cambio la liquidez es reducida. En el segundo caso, las ganancias potenciales pueden ser muy elevadas, pero también el riesgo de perder dinero.
Cómo se combate la inflación
Las autoridades competentes, es decir, los Bancos Centrales, disponen de varias herramientas para controlar y bajar la inflación, aunque hay que tener en cuenta que ello supone también unos efectos secundarios no deseados.
* Subir los tipos de interés: de esta forma se intenta que el consumo caiga, que las familias gasten menos dinero, que acceder a préstamos para personas y empresas sea más caro. Ten en cuenta que si se consume menos, la demanda se reduce y con ello también los precios.
* Endurecimiento de las condiciones de créditos: el BCE puede obligar a los bancos para imponer requisitos más duros y estrictos de cara a conceder un préstamo. El objetivo es que menos personas y empresas puedan acceder a créditos, de manera que circulará menos dinero en la economía del país y ello termina reduciendo la inflación.
Deflación, desinflación y estanflación: diferencias frente a la inflación
Hemos visto que la inflación es la subida generalizada de los precios de bienes y servicios en un país durante un determinado periodo de tiempo.
Ahora vamos a ver otros tres conceptos:
Qué es deflación
Es justamente lo opuesto a la inflación. Consiste en una caída generalizada del precio de bienes y servicios.
No te confundas, no es algo bueno, todo lo contrario, también es nefasto, puesto que puede originar menos inversión, menos gasto, más desempleo y menor crecimiento económico del país.
Por ejemplo, estamos en una fase inicial de deflación y la sociedad sabe que el precio general de los bienes va a bajar. Lo que haría la mayoría de las personas sería no comprar y esperar, ya que más adelante podrán adquirir eso mismo a un precio más barato. Imagina esa reacción lógica y normal pero a gran escala y buena parte de la sociedad pospone sus compras. El efecto sería que las empresas efectivamente bajarían el precio de sus productos y servicios porque nadie compra con los precios actuales.
La consecuencia para esas empresas es que tuvieron menos ventas y ahora que vuelven a vender obtienen menores ganancias al haber tenido que bajar los precios. Por tanto, tarde o temprano tendrán que prescindir de trabajadores, aumentando el desempleo en el país.
Qué es desinflación
Se produce cuando asistimos a una reducción gradual y sostenible de la inflación. Por tanto, aparece cuando tras un tiempo en el que se ha tenido que convivir con una inflación mayor de la deseable, ésta toca a su fin.
Eso sí, esa reducción de la inflación no debe ser igual a cero o ser negativa, puesto que entonces no sería desinflación, sino deflación.
Entre las causas más habituales tenemos las políticas monetarias restrictivas de los Bancos Centrales, una caída del precio de las materias primas, una reducción de los costes de producción.
Qué es estanflación
Es aquél fenómeno en el que coincide en un país una elevada inflación y un estancamiento de su economía (el Producto Interior Bruto es muy bajo o incluso negativo).
El caso más conocido sin duda alguna fue en la década de los 70 con la crisis del crudo debido a que la OPEP ya no exportó más petróleo a Occidente, les cerró el grifo. Como consecuencia de ello el precio del crudo subió con mucha fuerza, creando una fuerte inflación a la vez que una profunda recesión económica en los países compradores del oro negro.
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