Si bien la fiesta de Halloween se realiza en distintos rincones del mundo, es cierto que en Estados Unidos cobra especial importancia. Toda la ciudad se viste de naranja para celebrar la fiesta. Calles, hogares, tiendas, se cubren de calabazas, fantasmas y telarañas para recibir la noche más terrorífica del año.

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A pesar de que muchos la relacionan con EE.UU, tiene su origen en los Celtas. El origen está lejos de ser lo que hoy conocemos como fiestas de disfraces, decoraciones de calabazas, los gatos negros y demás. Más bien se trata de un evento de supervivencia.

Los celtas se disfrazaban con pieles de animales con el fin de ahuyentar a aquellos espíritus malignos que creían regresaban cuando terminaba el año celta, es decir durante la celebración del ‘Samhein’. Supuestamente creían que ese día los muertos regresaban, y para ahuyentar a los malos usaban máscaras y disfraces.

La fiesta de Halloween empezó a celebrarse de forma masiva en EEUU a partir de 1921.

La pauta estacional de Halloween se basa en comprar el 31 de octubre y vender el 30 de abril y suele funcionar muy bien.

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