La debilidad del mercado en el mes de septiembre no es algo que debiera de sorprender a los inversores, máxime si tenemos en cuenta que suele ser históricamente el peor mes del año.

Una debilidad que generalmente suele aparecer en la segunda mitad del mes.

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Si vemos el comportamiento del S&P500 desde el año 1950, sin duda septiembre es un mes marcado en el calendario de los inversores, el peor del año en cuanto a rentabilidad y en lo referente a las veces que ha sido positivo. La caída media es de -0,43% y sólo el 45% de las veces ha cerrado en verde.

Hay septiembres grabados en la retina de los inversores: el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre (caída de -8,15%), septiembre de 2002 (caída de -11%), septiembre de 2008 con el tema de la quiebra de Lehman Brothers (caída de -9%), septiembre de 2011  con el tema del techo de deuda (caída de -7,15%).

Y sí, no es lo mismo la primera quincena de septiembre que la segunda. Desde 1950 la primera mitad del año es mejor que la segunda, básicamente porque tras las vacaciones los gestores institucionales tiene a reajustar sus carteras.

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